Artículo escrito por Noelia Marin para Mercados - El mundo domingo
Poner en marcha un 100 Montaditos, un Eroski o una tienda de Mango suena a éxito asegurado, aunque no todas las franquicias son tan populares ni tan rentables. Hay otras cadenas que requieren una menor inversión y se han convertido, sobre todo a raíz de la crisis, en una forma de autoempleo. Pero, ¿cuál es la fórmula para tener éxito en este modelo de negocio?
¿Cómo elegir un sector en el que emprender?
La primera pregunta que debe realizarse todo aquel que se plantea abrir una franquicia es: ¿sirvo para ser empresario? Porque ni todo el mundo está capacitado para tener su propio negocio, ni cualquier jefe está dispuesto a incorporar en su empresa las directrices que le marquen desde la franquiciadora.
«Hay que hacer un análisis de las tres p: personal, profesional y patrimonial. Por mucho que le faciliten las herramientas para poner en marcha una fórmula de éxito, el franquiciado va a ser un empresario. Si tiene un nivel de aversión al riesgo elevado, puede que esto no sea lo suyo», apunta Miguel Ángel Oroquieta, socio director de la consultora T4 Franquicias.
A partir de ahí, el sistema de franquicias se desglosa en un amplio abanico de sectores, por lo que el futuro empresario tiene que valorar qué es lo que le gusta, analizar los sectores que experimentan mayor auge y, muy importante, «ser consciente de los recursos económicos de los que dispone».
¿Es mejor abrir una franquicia histórica o apostar por una cadena de reciente creación?
Mientras los más conservadores -y los que disponen de un presupuesto más amplio- suelen decantarse por enseñas consolidadas, como pueden ser McDonald's o DIA, los expertos recomiendan valorar la opción de apostar por cadenas emergentes. Aunque entrañan un mayor riesgo, los primeros franquiciados se benefician de condiciones ventajosas como un canon de entrada inferior o un contrato de mayor duración de lo habitual. «Si la permanencia media suele ser de cinco años, en estos casos podría ampliarse hasta 10 o 15», añade Oroquieta.
Hacer un estudio de mercado y un análisis financiero antes de tomar una decisión es fundamental para evitar futuros endeudamientos. Por lo general, una misma marca ofrece distintos tipos de franquicia en función de la inversión, según se desprende del 'Decálogo para no equivocarse en la elección de una franquicia', elaborado por la Asociación Española de Franquiciadores. Así, el empresario puede elegir, por ejemplo, entre abrir un stand de pocos metros cuadrados en un centro comercial o instalarse en un local de grandes dimensiones en una calle céntrica.
¿Cuánto invierto?
«Además de la inversión inicial, no hay que olvidarse de la tesorería necesaria para hacer frente a los primeros meses de actividad; no todos los negocios empiezan ganando dinero», añade Pablo Gutiérrez, socio director general de Operaciones de Mundo Franquicia. Desde esta consultora, recomiendan que en torno a un 50% de la inversión sea de recursos propios porque «si te financian el 100%, los intereses pueden perjudicar mucho a la cuenta de explotación», puntualiza.
Informarse para evitar condiciones abusivas
Una vez se ha elegido la franquicia de la que se desea formar parte, los expertos recomiendan acudir al Registro de Franquiciadores para obtener información de la cadena, con el fin de comprobar que la marca está registrada y que se basa en un modelo de negocio de éxito. «Hay que buscar su experiencia, su facturación, y asegurarse de que los franquiciadores tienen una estructura consolidada para dar soporte de asistencia y apoyo a todas las tiendas. Además, conviene hablar con personas que han abierto el mismo negocio en la zona», explica Gutiérrez.
¿Cuál es la mejor localización para abrir un negocio?
Normalmente, la sede orienta sobre el tipo de local y el área geográfica en la que desea abrir cada franquicia, aunque es tarea del empresario buscar un establecimiento que cumpla las condiciones. «Si son empresas de servicio a domicilio la localización es menos importante, pero en negocios de impulso, como tiendas de ropa, el tráfico de público objetivo por la puerta del local es esencial», apunta Gutiérrez. Así, en el caso de locales de restauración, las zonas más apropiadas son centros comerciales o zonas de oficinas, mientras que si se desea poner en marcha un taller de coches, por ejemplo, toma gran importancia el acceso al mismo.
¿Abrir una franquicia está libre de riesgos?
Es un error pensar que por estar respaldado por una enseña de prestigio se está libre de riesgos. Estos se minimizan, pero no desaparecen. «Además, el empresario debe saber que va a pagar grandes cantidades de dinero por todo lo que reciba de la central, algo que se evitaría si montara un negocio por cuenta propia», apunta el socio de T4 Franquicias.
Para evitar conflictos, los expertos aconsejan determinar en el contrato con la franquiciadora que se tenga exclusividad en la zona, de forma que «no permitan abrir un establecimiento de la misma marca cerca que pueda suponer competencia». Así lo asegura Juan Ramón Montera, secretario y letrado de la Asociación Española para el Desarrollo y Defensa del Franquiciado (Aedef), para quien es fundamental asegurarse de que el plazo de duración del contrato permita recuperar la inversión y ganar dinero -suele recuperarse, de media, en tres años-.
«Es importante especificar las condiciones de renovación para que al terminar el contrato la empresa no pueda decidir por su cuenta otorgarle la franquicia a otro empresario y perder así la inversión realizada», concluye
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